martes, 6 de abril de 2010

De Buceos

Me acaban de pasar un correo realmente escalofriante:
Eran las 11 de la mañana del jueves, la hora exacta a la que Antonio, Emilio y yo habiamos quedado para hacer una inmersion de buceo técnico en cueva. Hicimos la planificacion para la inmersion: botellas de etapa cargadas con ean 36, ean 50 y aire, decidimos usar 170 bares de ese gas para penetrar hasta el colgadero 1 y volver. Tampoco teniamos ninguna meta, era solo un paseo. Al llegar a 50 bares cambiariamos al gas de espalda del cual teniamos 210, 200 y yo 190 bares.
Todo fue perfecto en la inmersion,la cueva se ensuciaba pero no era problema por que seguiamos el hilo guía que estaba perfectamente colocado en todo su interior con todas las indicaciones necesarias. El equipo que haciamos los tres desarrolló la inmersión planeada perfectamente, es más, nos sobró muchísimo gas de espalda y decidimos en el lago que hay en el exterior hacer una ultima inmersión. Antonio propone hacer la pared negra: es una zona bastante técnica y muy poco transitada pero de una belleza extraordinaria. A mi me gustaba mucho porque tenia dos haloclinas muy largas y la pared era totalmente negra pasando por unos cortes muy bonitos aunque bastante dificultosos, pues a la minima se enturbia por arriba y abajo. Acabando de quitarme la etapa y ajustando el cuchillo un poco veo que Antonio sale disparado hacia la pared arrastrando con él a Emilio. Miro que no lleva el carrete y que se estan alejando.
Mi primer error fue seguirles sin el carrete: salgo detrás de ellos y cuando estoy cerca pegan una mala aletada y se empieza a enturbiar el agua. Decido sacar un spool para ponerlo por la galeria, pero iban tan rápido que desaparecian y volvi a seguirles. Antonio me decia mil veces que la cueva se la conocia como la palma de su mano y mi error fue creerle: eso no tenia nada que ver para dejar el hilo guía en el exterior. Siguen buceando y pasan la segunda haloclina en la cual vuelven a dar otra patada mal y se siguen enturbiando. Se paran y ya consigo conectar bien con el grupo. La cosa no pintaba tan mal como era y les propuse sacar unas fotos en una de las salas que hay dentro desde la cual sale otro hilo guia que te conduce 100 metros más adentro (más o menos). Me dice que no tiene flash, ok, pues graba en video.
Justo en ese momento su foco de 18 W deja de funcionar y decidimos abortar la inmersion, con formacion en triangulo con Antonio un poco más adelantado, Emilio y yo cada uno por un costado dando luz al equipo. Me dice que vaya yo el primero pero le digo que yo no se donde estoy por que solo hice esa inmersion 2 veces, ves tu primero Emilio el segundo y yo cierro. OK, OK.
Empezamos a salir poco a poco, porque teniamos poca luz y la cosa pintaba un poco jodida. Llegamos a un punto donde se divide en dos y allí es donde realmente empecé a sentir el miedo. Vi la cara de Antonio y estaba dudando. Vimos una linea muerta, la cual decidio seguir, pero al final se hundía en el limo y quedaba muerta. Llegamos a una bifurcación y decide cojer el camino de la derecha, por el cual empezó el equipo a penetrar. A los diez metros chocamos contra una pared en la cual quedamos encajonados los tres. Decidimos dar la vuelta cuando del techo se cae un desprendimiento al cual le llaman El Muro. Imaginaros: visibilidad cero.
Decido cojer a mi compañero de grupo que es el número dos, Emilio, le cojo y le pregunto por el número uno, Antonio. Habia desaparecido por arte de magia. Apago el foco y sólo puedo ver el destello de Emilio. Antonio no aparece por ningun lado. Volvemos apagar los focos y nada. Miro el manometro y veo que solo nos queda 100 bares. Le dije a Emilio que estabamos muertos, mi unica esperanza era Antonio y no estaba. El nerviosismo se apodera de mi cuerpo, el corazon a doscientos, tengo que salir con Emilio como sea, Antonio seguro que sabe donde está y podra salir. Empiezo a dejarme caer con Emilio por un tubo hasta llegar a tocar con las aletas en el suelo. Voy a la izquierda a ciegas y palpando, volvemos a meternos en una gatera una y otra vez hasta que conseguimos navegar unos metros sin chocarnos con nada. Nos pegamos al techo lo máximo para reducir el consumo y porque se veia algo mejor que la zona media. Navegando con mi compañero con el máximo terror que te puedas imaginarm atravesamos una de las haloclinas. Ahi pense que estabamos en el camino correcto, seguimos a ciegas unos metros mas hasta llegar a la segunda haloclina.
Al atravesarla, el agua se queda cristalina y veinte metros más adelante se ve la luz. Subimos a toda pastilla por que la cosa pintaba muy fea yle digo a mi chica que vaya a Rivemar (que no sabian nada porque salimos por cuenta propia) a llamar a Sergi. Rosa llama al 112 para que se ponga el operativo en marcha. Con los 40 bares que tenia en el bibotella, recojo el carrete con Emilio y empezamos a tirar linea a toda velocidad, no podiamos perder ni un segundo por que no veiamos Antonio y nosotros sudamos tinta para poder salir.
Mi compañero, aún con lágrimas en los ojos me sigue y vamos fraccionando y poniendo flechas en busca de Antonio. Las primeras líneas eran de seguridad a la roca pero cuando llego la visibilidad era nula. Intenté zigzaguear por si topabamos con él pero fue imposible. Sin gas, nada más que con lo justo, decido volver pero no dejé el carrete que llevaba por si Antonio hubiera topado con él. No había más que hacer, sólo esperar que apareciera.
Pero eso no ocurrio.
Lo demas todos lo sabeis: me siento destrozado, el perder uno de mis mejores amigos, mi compañero de buceo, mi compañero de trabajo y una persona muy especial. Donde quieras que estes espero que descanses en paz.
La culpa de todo esto fue el exceso de confianza,no tirar el hilo guia,no dejar el cabo guía. Espero que todo esto os pueda servir de algo. Para mi fue un duro palo.
Gracias a todos por la ayuda prestada.

Esto sucedió en la Cueva del Agua, en Mazarrón el pasado jueves santo. La persona que relata la histora es Fesal, amigo de un conocido mío. El cadáver de Antonio lo encontraron a los dos días los especialistas de la Guardia Civil, según relata La Verdad de Murcia. Descansa en paz, Antonio. Has conseguido que posponga mi inicio en el buceo una temporadita más.

Cueva del Agua, Mazarrón, unos días ántes

Find more videos like this on Unified Team Diving

[FUENTE] pituki

1 comentario:

  1. Alguna vez he tenido algún sueño, más bien pesadilla, en la que me pasaba esto, y es realmente agobiante... No quiero ni pensar en el pobre Antonio. Mi más sincero pésame a familia y amigos por el fatal desenlace.

    ResponderEliminar

No firmes el comentario como Anónimo o no saldrá publicado.